1 ago 2011

Sin darnos la espalda

Una vez más me ha vuelto a pasar, parece mentira. Lo bueno siempre acaba mal, de eso me di cuenta gracias a la vida.


¿Por qué sólo me siento única cuando fracaso? ¿Por qué solo me acuerdo de los días que ya no volverán y de los momentos que se han quedado atrapados en aquellos meses de verano?

Nunca abandonaré, porque abandonar sería darles la razón

Sin ti soy tan pequeñita que casi ni existo, sin ti soy una esclava del tiempo. En cambio, contigo, soy libre tanto por fuera como por dentro. Y siempre seremos algo más que la suma de nuestras partes, siempre seremos libres aunque nuestros cuerpos nos delaten...

Quieres más y nunca tendrás bastante

No tengo tiempo para despedidas ni tiempo para más mentiras, porque, escúchame bien, casi que ya da igual lo que me digas. 
Quien vive a medias siempre, a medias se queda. No siempre sale el sol tras la tormenta ni tampoco es mejor quien con frecuencia lo aparenta.


Y únicamente siento soledad cuando te toco, o cuando me hablas, si hasta finges cuando finges y no engañas cuando engañas. Apenas entiendo nada... ¿Es esto lo que merezco? Y si acaso no merezco nada, ¿por qué tengo lo que tengo? ¿Por qué me cuentas tu vida a mí, que te he dado la mía?

2011

Estoy acurrucada entre mantas y dormir ha sido la única droga que ha funcionado. Pero luego, el insomnio se apodera de mí y ya de nada sirve intentarlo...


Cuando no estás, busco en mis sueños motivos para despertarme y no encuentro ninguno. Paso las horas mirando al techo perdida en mis pensamientos, entre mil lagunas y un gran agujero.